Le pedí que se marchara, no por mí, sino por ella.
Porque ella es una muchacha como las que describe Julio:
“excelente, bastante loca a ratos, a veces tan triste, a veces muerta de risa, a veces mala”.
A ella se le puede cantar al oído:
You float like a feather
In a beautiful world
I wish I was special
You’re so fuckin’ special
Podrías tapar su delicado cuerpo con una manta cuando hiciera frío.
Y hacerle el amor hasta que llorará por los recuerdos cruzados en la cabeza.
Le pedí que se marchara, no por mí, sino por ella.
Porque ella es tan buena conmigo, y yo, un bastardo que lee a Bukowski y bebe whisky.
Honestamente no la merecería. Yo haría que se metiera una bala en la cabeza.
Yo la destruiría,
Quemaría su fe, su esperanza.
La desgarraría, centímetro a centímetro desgarraría su alma.
Porque mi cancer no tiene cura, y ella era la aspirina de media mañana para soportar el dolor.
Mejor que se marche, antes de que mate a su pobre corazón.