Estas otras son para mí.
Así que dale hermano, vamos a polvearnos en los recuerdos.
Para esnifar el pasado y cortar los caminos de la vida con la tarjeta de crédito.
Rolar el billete de 200 y suspirar hasta el fondo del alma.
Sentir la mente despierta y la mandíbula entumida.
Eufórico y con la energía de un toro, sacrificando el llanto blanco de mi ser.
Para llegar.
Para venir.
Qué la dama blanca te espera pacientemente sobre la mesa de estudio.
Hermano, date la última;
Porque esta última línea es para ti.