De 8 a 5
Lunes a viernes, y el sábado hasta las 2
El domingo,
es para intentar sacudir el polvo de la cadena al cuello,
o curarse la resaca de la noche anterior.
Alguien se encarga de matar las ilusiones,
los más jóvenes se aferran a ellas con todas sus fuerzas,
pero es inútil,
terminarán soltandolas por eso que llaman nómina.
El amor se vuelve monótono
y se busca a la que tenga más semanas cotizadas en el Seguro Social.
Ya no hay más juego,
se inicia el tortuoso proceso del envejecimiento
sino es que,
tenemos mucha suerte
y algún Norcoreano aplasta el botón rojo
o nos carga el Covid-19.
En algún punto de esto,
alguien intenta alzar la voz,
lo escribe
y se vuelve Bukowski.
Entonces le dan unos cuantos billetes,
se entretiene hasta que el alcohol se come al hígado.
Reencarna en algún tipo del 95
e ídem.